La palabra deporte viene del latín deportare: llevar lejos, no queda claro en cuándo comenzó a usarse como lo hacemos en la actualidad, aunque hay versiones que aseguran que Tácito usó la forma deportare laurem para llamar a una ceremonia triunfal en que se llevaban laureles a templos dedicados a Júpiter. Lo que sí es claro, es que su etimología es exactamente la misma que la de la palabra "deportar".